Entre las plagas más famosas, nos podemos encontrar al PULGÓN, al cual se le conoce por poseer un estilete con el que chupa la savia de las plantas, produciendo una melaza que lo caracteriza. A su lado, nuestras llamativas ARAÑAS ROJAS (ácaros), diminutas, pero con esa tonalidad rojiza que las delata. Sus picadas producen sobre las hojas manchas amarillentas. El MILDIU es uno de los hongos más comunes que nos podemos encontrar. Vestida de blanco, la COCHINILLA algodonosa, famosa por pegarse como una lapa (también produce melaza). También, nuestras conocidas ORUGAS, amantes de muchas de nuestras hortícolas. Unas se dedican a comerse las hojas y los tallos (defoliadoras), y otras, van directamente al fruto. Y no podía faltar el ESCARABAJO DE LA PATATA, defoliador por excelencia (tanto en su estado larvario como adulto), el cual ataca principalmente a la patata, aunque también sabe ocuparse de berenjenas y tomates.
Como ve, todo se limita a observar, reconocer la plaga, y actuar en consecuencia con un tratamiento correcto.
Si su interés va más allá de lo que te cuenten, al final de la página te ofrecemos un esquema fundamental de la clasificación de los plaguicidas. Aquí puedes observar las diferentes aplicaciones según el tipo de plaga, y su forma de trabajar.
¡Apasionante!